SINOPSIS
Solo un asesino en serie en tiempos de Instagram hará que dos policías se pongan de acuerdo: él, un boomer chapado a la antigua; ella, una milenial con ganas de cambiar el mundo
Una modelo de diecisiete años a la que le falta el ombligo desaparece en Madrid. Los inspectores Martínez y Pieldelobo se hacen cargo de la investigación, pero chocan desde el primer momento. Él es un padre cincuentón y caótico, tierno pero mordaz y un tanto anticuado; ella, una milenial combativa, inteligente y feminista.
Mientras recorren por España lugares misteriosos y templos en apariencia tranquilos, surgen dos hipótesis para desenmascarar a un asesino en serie: o la mafia rusa está detrás de una red de prostitución de lujo o hay un psicópata religioso que pretende enmendarle la plana al mismo Dios.
Título: Donde haya tinieblas
Autor: Manuel Ríos San Martín
Editorial: Planeta
Fecha de publicación: 9 Junio 2021
RESEÑA
VALORACIÓN: ⭐⭐⭐⭐⭐
Las cinco estrellas se me llevaban resistiendo unos cuantos libros pero “Donde haya tinieblas” se las merece todas y cada una de ellas. En mi opinión reúne todos los ingredientes que hacen que una novela policiaca sea muy disfrutable: unos crímenes en apariencias imposibles y con significados ocultos, un recorrido por escenarios de esos que tienes que buscar en google y que inmediatamente apuntas en tu lista de viajes pendientes (tengo que ir a la Ermita de la Virgen del Ara sí o sí) y lo más importante, una pareja de protagonistas súper carismáticos a los que es imposible no coger cariño.
Cuando ya en la primera página solté varias carcajadas sabía que estaba ante un libro que me iba a encantar. Sé que esto no será del gusto de todo el mundo, pero a mí me encanta cuando este tipo de historias van aderezadas con un poco de humor.
El Inspector Martínez, policía cincuentón de la vieja escuela, debe hacerse cargo de la desaparición de una modelo sin ombligo junto a la Inspectora Pieldelobo, treintañera y feminista acérrima, lo que dará lugar a un más que interesante choque generacional. Son como el agua y el aceite pero me gustó como, a pesar de sus diferencias, logran ponerse en la piel del otro para intentar comprender de dónde viene cada uno de ellos. A Martínez, con ese humor ácido, los motes y su odio por los diminutivos (putos diminutivos) hay que quererle. Y a Pieldelobo también, ese no arredrarse ante nada ni ante nadie.
La trama avanza a un ritmo ágil, tocando temas como la religión, la prostitución o las redes sociales, haciendo una crítica de éstas y la sobreexposición a la que nos enfrentamos. Me pareció muy interesante como se enlazaron las distintas muertes con el aspecto religioso, demostrando el gran trabajo de documentación que el autor debió realizar.
Fantástico thriller policial en el que no solo nos encontramos con un caso de los que engancha, si no con una pareja de policías antagónicos condenados a entenderse y que harán las delicias de todos los amantes del género policiaco. Recomendada 100%. Yo, al menos, estoy deseando reencontrarme con Martínez y Pieldelobo.
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