SINOPSIS
Nadie sabe qué fue lo que impulsó a Nora Roy, una paciente del centro psiquiátrico Vera de la Cruz, a asesinar a su psiquiatra y a una de las enfermeras. Nadie entiende cómo fue capaz de encerrarlos en el sótano, matarlos y huir sin ser vista.
Mientras todos buscan a Nora, Eva alquila una habitación a Charlotte, una parisina extraña y discreta. Una noche, Eva coincide en una discoteca con Adrián, un hombre al que apenas conoce, y terminan en su piso lo que parece una prometedora cita.
A la mañana siguiente, Adrián no está y Charlotte ha desaparecido dejando tras de sí las paredes salpicadas de sangre y la vida de Eva perturbada de manera irremediable.
Título: Todos buscan a Nora Roy
Autor: Lorena Franco
Editorial: Planeta
Fecha de publicación: 3 Marzo 2021
RESEÑA
VALORACIÓN: ⭐⭐⭐💫
“Todos buscan a Nora Roy” es el segundo libro de la autora que leo y en mi opinión está en la misma línea de “El último verano de Silvia Blanch”, thrillers ligeros y sencillos, con una trama ágil que hace que se lean en un abrir y cerrar de ojos, pero que no dejan huella. Y con esto no quiero decir que sean malos (soy el primero que disfruta con este tipo de lecturas), pero no esperéis una historia que vaya a cambiar vuestras vidas.
Lo mejor de esta historia fue Eva, su protagonista. A pesar de que tomas muchas decisiones absurdas y sin sentido (para hacer avanzar la trama), no pude evitar sentir simpatía por ella. Me encantó que se dedicase a la tanatopraxia ya que no es algo que se lea habitualmente. Quitando a Eva, el resto de personajes están ahí al servicio de la trama y les faltó un poco de desarrollo.
La historia resulta fácil de seguir y quitando algún giro inesperado que no vi venir, el resto fue un poco predecible . Además hubo ciertos detalles en lo relativo a una de las muertes completamente inverosímiles y dado que era un punto clave de la trama y de la resolución, el conjunto me resultó un poco decepcionante (siento hablar en clave, pero no quiero hacer spoilers).
A pesar de sus fallos, la historia me resultó entretenida y lo escuché en un par de tardes. Ahora bien, puede que haber escuchado el audiolibro no fuese la mejor idea, ya que sus dos narradoras principales fueron un no tremendo. Si hay una cosa que me gusta de los audiolibros es que me hagan sentir que estoy escuchando a diferentes personas aún cuando se trate de un único narrador y, en este caso, las narradoras de Eva y Nora hablaban exactamente igual, ya se tratase de una chica de 20 años que de un hombre de 50, y eso consiguió sacarme un poco de la historia.
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